Sin meta no hay paraíso

En el camino del emprendedor, el primer mandamiento que debes obedecer es: No rendirse, y el segundo es: sin metas no hay empresa.

Porque el emprendedor, cuando realmente lo es, está completamente enfocado en cumplir sus metas y objetivos, sin importar cuán difícil sea el proceso. Recuerda que las metas jamás se cambian, la estrategia sí.

Cuando emprender se convierte en una forma de vida, estamos siempre buscando nuevas oportunidades, nos transformamos en artistas a la hora de idear maneras para cumplir con nuestra visión.

SI NO HAY META, NO HAY EMPRENDIMIENTO

Una de las razones por las cuales muchos emprendedores “fracasan”; es porque nunca se plantearon una meta, o porque no se creyeron capaces de cumplir la meta.

Son pocos los emprendedores que te responden con certeza y seguridad cuando le preguntas ¿Cuál es tu meta? ¿Cómo te ves en 5 años? ¿Qué quieres lograr con tu marca en 3 años? Generalmente, te dan respuestas ambiguas como: “bueeeeno… yo la veo grande” o peor aún, “no sé, me gustaría…” “nunca lo había pensado…”

Son frases que inmediatamente te indican que no han definido objetivos, y obviamente mucho menos, estrategias. Porque no tienen ni idea hacia donde van.

Simplemente hicieron un bote, se montaron en él y lo dejaron a la deriva. Nunca definieron un rumbo, nunca se plantearon un destino, no definieron a dónde querían llegar.

METAS VS OBJETIVOS

Particularmente, opino que las metas y los objetivos, no son lo mismo. Te llevan al mismo fin (si así lo deseas), van de la mano, uno depende del otro para alcanzar el éxito.

La meta es el final de la carrera, y los objetivos son las acciones que te van a permitir correr el trayecto desde el punto de partida hasta el punto de llegada.

Por ejemplo, cuando estás estudiando una carrera universitaria tienes la meta de obtener tu título en 5 años. Pero, para alcanzarla debes aprobar la carga académica durante 10 semestres. Aprobar cada semestre es un objetivo para ti, e inclusive aprobar cada materia que conforma el semestre es un objetivo aún más pequeño que también debes cumplir.

DEFINE TU META

Cuando vamos a plantearnos una meta, tenemos que tomar en cuenta 3 aspectos fundamentales:

1° Debe ser ambiciosa. Busca eso que realmente te mueva y va a hacer que te levantes de la cama todos los días.

2° Ponle fecha de caducidad. Las metas no son eternas, ponte una fecha límite para cumplirla, porque si no pasarás toda tu vida intentando cumplirla.

3° Plantéate los objetivos. Aquellas acciones que debes tomar para lograrla. Por supuesto, esos objetivos al igual que tu meta debe tener fecha de caducidad, también; deben ser medibles, específicos y tener un campo de acción definida.